Érase una vez una princesa Mariposa en un espectacular castillo….

Había una vez una Mariposa que soñaba con ser princesa, ella cada noche al acostarse pedía un deseo a la luna….Querida luna, me encantan mis bellas alas, poder volar entre las flores, acariciar con mi vuelo cada flor que me encuentro, pero tengo un pequeño deseo, sueño cada día con despertar y encontrarme en un bello castillo,  siendo la princesa del reino. La Mariposa, como cada noche, cerró sus alas y se durmió. Al día siguiente, todo era muy extraño, pues no sentía sus alas, se sentía pesada, diferente, abrió sus grandes ojos y quedó perpleja ante lo que vió, tenía piernas, brazos, se habia convertido en humana….rápidamente se puso de pie como pudo, pues no estaba acostumbrada a caminar sin sus alas, miró a ambos lados y encontró lo que parecía ser ropa para ella. Se puso un vestido sexy y ajustado de tonos brillante que según había visto en las revistas era de nueva temporada, como tenía algo de frío se puso también un suéter encima en tonos marrones, sin querer había creado un nuevo estilo. De complementos cogió unas bellas gafas de Sol, un precioso collar que en las vallas publicitarias  lo llamaban”Bijou Brigitte” en tonos que a ella le encantaban, lilas y morados, pues le recordaban a sus queridas amigas las flores, pilló un cinturón dorado y le dió un toque más informal, cogió unas botas altas marrones que la hicieron sentirse muy sensual. Como pensó que le haría falta decidió llevarse un pequeño bolso, pues una nunca sabe lo que tendrá que guardar…Y salió, respiró el aire fresco del lugar, y se sorprendió lo que se mostraba ante ella, era el bello Castillo de Xátiva.

Salió de la estancia en la que se encontraba, y esta vez como todos los días recorrió todos los rincones del Castillo, disfrutando sin parar de admirar, tocar y ver todo lo que ella como Mariposa ansiaba hacer…Muros de fría piedra, que podía tocar, pues sus alas no le impedían llegar hasta él, subir la gran escalinata que la llevaba a lo alto, donde se encontraban los cañones en los que cada día se posaba a descansar, esta vez lo que hizo, fue sentarse en la bella fuente de enmedio de los dos, y quedó encantada, pues las gotas no le pesaban. Entraba y salía de las estancias, se sentía una verdadera princesa, se asomó a la gran muralla y contempló el bello pueblo de Xátiva, era inmeso…y lo adoraba. Vió a unos pequeños pajarillos revolotear, no sintió miedo, pues ella ahora era más grande y no le harían daño….Se sentía segura, tumbada por unos minutos, pudo admirar la grandeza de ambos castillos, al fondo el castillo pequeño, lucía especial, pues la luz dorada del atardecer convertía sus muros en oro…Agotada de no parar, respiró hondo, y sintió una gran alegría que se apoderaba de ella, vió a sus compañeras aladas pasar cerca de ella, y aprovechó que caía la noche para acostarse a descansar, antes, miró de nuevo a la luna, y le mandó un enorme beso al cielo, dándole las gracias por tan maravilloso día. Cerró los ojos y al amanecer volvío a sentir con ilusión sus bellas alas….

Mariposas, la Vida realmente es como un cuento, solo tú decides como continuar y vivir tu historia…

Un beso preciosas mías y a volar…