Buenas noches mis lindas Mariposas, ¿qué tal estáis mis preciosas hadas aladas?. Sábado, pero me temo que esta vez no toca descansar mucho, más bien lo contrario, a nada ya de la Nochebuena, estaréis como yo inundada en el mundo de las compras, algunas en algún que otro atasco, si es que la entrada a la ciudad cada vez cuesta más por estas fechas.
¿Y qué tal el comienzo del frío invierno?, la verdad que algo se nota ya, sobretodo al caer la tarde, el ambiente se vuelve más frío y toca abrigarse.
Os confieso que es una estación que me gusta, pues es cuando más disfruto de una tarde larga de sofá, abrigadita con mi súper manta y tomando un chocolate bien calentito. La suerte que tengo de vivir aquí es que no necesito utilizar calefacción y sinceramente es un ventaja muy buena. Lo malo que estoy lejos de grandes amistades, de tardes de café hablando de miles de cosas y siempre con una enorme sonrisa de complicidad, de esas que te roban el corazón, se convierten en parte de tu Vida, y de la noche a la mañana los amas como a una familia….Son lazos tan fuertes que se que jamás se soltaran…
¿Os gusta los atardeceres?, hay quien dice que son feos, pues simboliza el final del día, como un todo que se acaba.
Pero, a mi me encantan, desprenden una luz maravillosa, todo luce con un colorido normal, pero al caer el atardecer,
justo en ese instante en el que el amante Sol se retira a descansar tras un largo día, aparecen los colores más maravillosos que he podido ver en la Vida. Todo se envuelve en tonalidades anaranjadas e incluso doradas, pareciera que los árboles se conviertiesen en oro..
Vestida con un look sencillo y sexy, un pantalón corto y ajustado en tonalidades negras, una blusa sin mangas en tono marrón con estos lunares en blanco y ¿qué me decís del lacito?,
¿ a qué le da un toque de niña buena?, jeje.
De complementos unas medias con lunares muy muy suaves, oscuras, unos tacones que me recuerdan a mi amada Sevilla, mis gafas de Sol y un collar “Bijou Brigitte”que pienso que me define como la eterna enamorada.
El reflejo en el agua, un verdadero sueño, parece un espejo, captando una simetría espectacular. Dan unas ganas enormes de subir en una de las barcas, cerrar los ojos y dejar que la noche nos acaricie con su frío roce…
No creo que los atardeceres sean el final de nada, pienso lo contrario, es la esperanza que pronto volverá el nuevo día, lleno de aventuras e ilusiones que seguro nos dejará un hermoso recuerdo en nuestra alma.
Mariposas, volad cerca de los atardeceres, comprobaréis que vuestras alas se vuelven doradas…
Un beso preciosas mías y a volar…