Una suave caricia romana en Benisa…

Buenas noches mis lindas Mariposas, ¿ qué tal va la alocada primavera?. Madre mía, en la península luce un Sol maravilloso, mientras que en mi tierra los cielos oscuros y grises encierran tormentas de las de las películas….Si, ya se que sólo serán un par de días, porque lo habitual es el buen clima y los agradables días casi veraniegos que nos abrazan todo el año..

Un día cualquiera, en un hermoso lugar, una carretera infinita, como los sueños que me esperan sorprender en mi andar, unos paisajes de cuento, parecen realmente postales. Un cielo que mezcla el azul claro y luminoso con una gama de rojizos que convierten los atardeceres en verdaderas obras de arte. ¿Qué por qué me gusta mirar tanto por la ventanilla del coche cuando voy a algún lugar?. Pues porque siempre me quedo maravillada admirando cada detalle que se muestra ante mi. La belleza de un simple árbol, en medio de la nada, parece frágil pero, ¿cuánto tiempo llevará ahí en pie?, ¿de cuántas batallas habrá sido testigo?. Inundaciones, días de sequía, ¿os sigue pareciendo frágil?, a mi no…Me llena de fuerza cuando voy en coche ver tan bello espectáculo de la naturaleza….me rendiré eternamente a sus pies…

Paseo vestida con un look primaveral, una falda corta de nueva temporada, estilo marinera, un body rojo muy sensual. De complementos esta rebequita en tono rosado adquirido en mis compras por Gandía, unos tacones rojos, un cinturón dorado, unas gafas de Sol y esta hermosa flor de loto en dorada de “Bijou Brigitte”, uyyy flor de Loto, símbolo de la pureza y la tranquilidad….

¿Qué dónde estoy?, pues en un municipio de mi amada Comunidad Valenciana, “Benisa”. Sorprendida por la belleza de sus calles en el casco histórico. Se nota por todos lados la huella dejada por los romanos en la antigüedad..No cabe duda que parte de sus edificaciones poseen el toque romano y medieval.  Me gusta, una suave brisa toca cada columna, cada arco, cada piel que por allí se encuentra..es fría, pero agradable. Monumentos conservados de una inmejorable forma. Me encanta¡¡.

Los pueblos que casi no aparecen en las visitas turísticas encierran tanta belleza que se hace difícil dejarlos atrás…parece que viven escondidos, intentando permanecer en el tiempo sin casi ser tocados por el hombre. En mis paseos por Valencia, me encuentro muchos de ellos, y os prometo que no ha habido ni uno solo en que no halla quedado enamorada tanto de sus monumentos como de la belleza del alma de sus gentes. Me considero una privilegiada, pues tengo la oportunidad de descubrirlos y llenarme de las brisas de sus preciosas calles.

Mariposas, que nadie os lo cuente, vividlo vosotras…

Un beso preciosas mías y a volar….